Josu Sorauren
Alguien podrá objetar, que calificar de unionistas a los defensores de la sagrada unidad de España, es una usurpación. Que los auténticos unionistas, son incondicionales lealistas de Buckingham, y todo eso.
Bueno, cuestión de opiniones… No creo que nadie albergue la menor duda, de quien se trata, al referirme desde mi posicionamiento de euskaldum, al unionismo español…
Ignoro quienes de esos unionistas españoles, peperos, socialistas, la banda de “la Rosa” Diez y alguno de esos nuevos cantamañanas de la ultraderecha, se me encresparán por mis ponderaciones.
Quiero decir, que si de la misma forma que ellos, por declararme independentista, me califican de insolidario, etarra, “¡vasco -o en su caso catalán- de mierda!” etc… ¿aceptarían ellos que les tratara de franquistas, fascistas, fanáticos, monárquicos, nacionalcatólicos… por muy toreros que se sientan…?
Pero evidentemente, evitemos esa dialéctica barriobajera del y tú más, o el enfrentamiento con esos brutales androides de la porra y las balas de goma. Al menos mientras sea posible… Porque no parece que el unionismo, aparte de sus agobiantes y amañadas soflamas, presente otros argumentos mas allá de sus leyes, y robocorps…
Hoy día, las leyes, han perdido absolutamente su fiabilidad. Se construyen “ad hoc”, al servicio de los factores de poder. Quiero decir, que una ley –en determinados casos-, a lo mejor no vale más que un pimiento.
En cuanto a las constituciones, no hay mucho que añadir. De la misma forma que las leyes, se interpretan, manipulan y transforman al arbitrio de la política de turno, se manipula una “carta magna”. Y que además, para la legitimidad con que se fabrican…
La transición no hizo más que dejar en manos del unionismo, todos los resortes y poderes del franquismo. Eso es algo, que los pueblos que aspiramos a nuestra soberanía, tenemos meridianamente claro.
Por eso el unionismo español es tan centralista y nunca ha renunciado al dominio y manipulación de todos los resortes economicos del estado.
Por eso controla y manipula los medios de información. Por eso, detenta la organización de la justicia, a través de la configuración, tanto de sus tribunales, como de la adscripción de jueces… etc… Y por eso, tiene la competencia absoluta, arbitraria e impune, del uso de la violencia…
Aunque probablemente, la mayor perversión del unionismo contra los pueblos del estado, sea la prohibición de que estos expresen libremente su voluntad.
Ya es suficiente una votación cada cuatro años.
¿A dónde vamos con gobernantes, que tan sólo te permiten decidir, cuando ellos quieren y sobre lo que ellos quieren? ¿En qué se queda una democracia, donde al ciudadano, se le ponen tantas trabas para expresarse libremente?
Y ya conocemos el mundo del metapoder informático en manos del unionismo. Como se esfuerzan para mantener adormecidas las conciencias de los ciudadanos, orientar -o en su caso prohibir- el voto…
En España, el unionismo, al amparo de la constitución, se comporta pues, como un auténtico dictador -¿tanto arregló la transición?-.
Hoy además, con estos del PP, nos queda la sensación, de que cada vez más, nos gobiernan auténticos fanáticos.
En cuanto al poder de las comunidades autónomas, un apaño “Ad hoc”, como he leído por ahí, sin orden ni concierto…Poco más…
Lo cierto es que los unionistas, nunca parecen tomarse en serio el problema de la soberanía de los pueblos-.
Y no hay más nacionalistas –españoles por supuesto- que ellos.
No hay más cultura, lengua e historia que la suya. La de los demás, pura filfa. Aunque ellos maten por la suya. ¿Qué tienen pues los españoles, que no tengamos vascos, catalanes etc…? ¿Será eso de los valores eternos o el destino en lo universal? Por favor, que se lo queden, que a nosotros ni puñetera falta que nos hace.
Hablan de solidaridad, cuando -á las pruebas me remito-, todo es radial. Carreteras, empresas, proyectos etc… Todo para la corte o para sus intereses…
No se preguntan porqué tratamos de escapar de ese mundo hediondo de bandoleros, filibusteros y chorizos en que se ha convertido el paisaje carpetovetónico. Caso de que alguna vez dejara de serlo.
En fin. Lo cierto es, que no hay nacionalista más furibundo que el unionista español… Por algo los echaron a pedradas de Latinoamérica, filipinas, Cuba…
Por eso cuando les oigo pontificar, trátese de D. Tancredo Rajoy, de D. Tartufo Rubalcaba, Doña Walkyria Diez y toda esa jarca unionista, como que se me disuelven las meninges.
Y mira que en teoría, la cosa debiera ser tan sencilla. A ver, ¿que quieren ustedes, señores impertinentes, catalanes o vascos? Y aver como nos entendemos, o negociamos, o eso…¡Ja!