Txema Landa
http://www.euskaria.eu/news/1477473920
Hay un frase atribuida a Herbert Marcuse que dice: “El pueblo que oprima a otros pueblos no será libre”
En nuestro entorno más cercano podríamos establecer que el paso de los años refuerza la teoría de que en España no hay cambio posible, si no pasa por Catalunya, Euskal Herria y Galiza, por lo menos.
Que tanto los partidos del régimen como los que pretenden estar fuera de ese espacio, así como la gran mayoría de la ciudadanía española se manifiesten en contra de la puesta en práctica del derecho a decidir, muy concretamente en el caso de Catalunya, lleva consigo la incapacidad de desarrollar una iniciativa suficiente para producir, siquiera, un cambio de dirección en el Gobierno de España.
So pretexto de que determinados partidos, tildados por los media y el régimen, de independentistas van a fracturar la unidad de España, no se permiten alianzas que hagan posible ese cicatero cambio de un gobierno del PP a otro que liderado por PSOE y Podemos llegara a alcanzar apoyo suficiente para desbancar al PP.
En las llamadas por los unionistas nacionalidades, por lo menos en Catalunya y Euskal Herria, hay masa crítica suficiente para producir un cambio de escenario y ese escenario lleva a ambas a mas temprano que tarde abandonar la dependencia, que nada bueno les ha traído y optar por la independencia.
Mientras esta situación siga así mientras ninguno de los agentes políticos y sociales de España sean capaces de afrontar una democratización profunda, que incluya las aspiraciones de las naciones que encarceló en su seno la constitución de 1978, no habrá democracia en España, habrá régimen disfrazado de democracia.
Pues a atarse los machos mientras España y la mayoría aplastante de ese pueblo no permita la libre decisión de los pueblos que encarcela no habrá más que régimen.