Euskal Herri nerea behar zaitut maite, cantaba Xabier Lete en los hermosos 70, bainan nun biziko naiz zuk gandik aparte.
Pertenezco muy a mi pesar a ese no poco numeroso grupo de gente que se ha visto obligada a ser abertzale, casi de nacimiento, por la especialísima situación de su pueblo, su lengua y su cultura.
Nunca he entendido bien el patriotismo no reivindicativo y mucho menos el patriotismo extensionista o imperialista, nuestras vecinas y vecinos del norte y del sur, unas reinventando la “francesidad” y los otras reivindicando “esencias” me producen sana hilaridad, al mismo tiempo que poca envidia.
En el fondo y en las formas me gusta más lo de “ni dios ni patria ni rey” que lo de “aberri ala hil”. Mis constantes vitales se alteran muy poco ante un himno o una bandera, a veces una canción en según que entornos me emociona más.
Uno se ha visto impulsado a ser patriota por que su patria no esta reconocida, exteriormente y en muchos casos interiormente, del mismo modo que se vio obligado a ser anti franquista cuando el sur estuvo dominado por ese régimen y posteriormente antimonárquico y anti republicano, según las formas de gobierno de nuestras vecinas y vecinos del norte y del sur. Eso sí siempre partidario de la I República Vasca del Estado Navarro.
¿Por qué Abertzale e Independentista? Es muy sencillo, cuanto antes nos quitemos de encima a nuestras vecinas y vecinos del norte y del sur, mejor; ese mismo día iniciare los tramites para adquirir la condición de apátrida y esto es así por que me niego a tener que renunciar a una nacionalidad que, además de no ser la mía, no la he elegido. Puestos a renunciar renunciare a la mía.
Mi única patria seguirá siendo mi lengua que espero, no sé si mejorar, o simplemente ser capaz de, por ejemplo escribir este y otros escritos en un Euskara aceptable.
Txema Landa
Euskaria Fundazioaren kidea